El azul de las aguas de la playa, el entorno rocoso, los pequeños jardines y la cuidada selección del color del revestimiento utilizado en las cabañas Borde Mar, forman un conjunto que destaca en la costa. Tanto el propietario, como el arquitecto concordaron en privilegiar la vista al horizonte y convertir el paisaje en parte importante de la decoración interior de los cuatro departamentos y el área de spa que conforman este complejo. De este modo, al realizar el proyecto, las cabañas fueron distribuidas en el terreno demanera escalonada, para favorecer la contemplación del mar desde cada una de ellas, más allá del acantilado de piedras que sirve de límite natural a la propiedad y como una manera de evocar el paisaje costero del sur del país. Sobriedad, simpleza y austeridad son los conceptos que sirven de eje a la arquitectura interior que busca realzar el paisaje costero, integrándolo como un elemento más del mobiliario, que destaca por la modernidad de sus líneas. La elección de cada uno de los muebles respondea la necesidad de crear un ambiente que propicia el descanso apartir de la sumersión de los ocupantesen el inmenso mar que sea vista desde los ventanales.